Fotografía de Marco Monge. (CRH).
Las políticas implementadas por el gobierno de Rodrigo Chaves en los últimos tres años han deprimido la actividad agropecuaria y empobrecido a los agricultores, muchos de ellos a las puertas de la ruina económica.
La actividad económica agropecuaria experimentó un escuálido crecimiento en el último año; incluso registró tasas negativas durante meses consecutivos, y su aporte al crecimiento de la economía también fue negativo, según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
El Informe de Política Monetaria (IPM) para enero de este año, realizado por la entidad monetaria, da cuenta de que la actividad agropecuaria tuvo un crecimiento de apenas un 0,8 % en los últimos tres meses de 2024, un porcentaje menor a lo observado tanto en el trimestre previo (2,0 %) como hace un año (3,4 %).
Solo en diciembre 2024, la producción de la actividad agropecuaria presentó una caída de 2,2 % con respecto al mismo mes del año anterior, de acuerdo con el Índice Mensual de Actividad Agropecuaria (Imagro) del BCCR.
El Banco Central asegura que ese último resultado estuvo influido por el efecto combinado de los siguientes factores:
La reducción en la producción para el mercado local en productos como café, papa, plátano y hortalizas, debido a las condiciones climatológicas adversas.
La caída en la producción de banano para la exportación.
La mayor producción de productos agrícolas con orientación al mercado externo, como piña, plantas y raíces vivas.
La mayor producción de pollo, carne y huevos por una mayor demanda interna.
No solo las lluvias
Rodrigo Chaves, presidente de la República. (CRH).
Aunque las lluvias e inundaciones registradas en el país a finales de 2024 y principios de este año dañaron severamente los cultivos y dejaron pérdidas estimadas en más de $100 millones, la crisis que hoy enfrenta el sector no se debe únicamente a esos eventos climatológicos.
Varias medidas de la administración Chaves Robles han golpeado al sector:
La drástica reducción del tipo de cambio del dólar con respecto al colón, registrada desde 2023.
La disminución arancelaria a las importaciones de arroz, incluida en la llamada “Ruta del Arroz”, ha azotado a esa actividad, una de las más importantes del sector agro.
El colapso del puerto de Caldera, vital para las importaciones de algunos productos.
Los productores se han quejado de que el presidente Chaves y su gobierno han cerrado las puertas a un diálogo para plantear sus preocupaciones y propuestas para aliviar la crisis.
Las condiciones climatológicas adversas tan solo vinieron a empeorar una situación que se arrastra desde hace varios años y que no ha sido atendida por el gobierno, reclaman los productores.
CR Hoy solicitó este viernes una entrevista con el ministro de Agricultura y Ganadería, Víctor Carvajal, pero, a través de la oficina de prensa del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), se indicó que sería este lunes.
Situación complicada
Imagen con fines ilustrativos. (CRH).
Oscar Arias Moreira, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), sostiene que la situación del sector agropecuario es complicada y que a Chaves parece no importarle.
“En la Cámara Nacional de Agricultura estamos convencidos de que el país necesita en el agro una visión técnica y estratégica de largo plazo que debe construirse mediante un diálogo respetuoso entre el sector productivo y el gobierno. Lamentablemente, este diálogo no lo hemos podido plasmar, ya que, aunque hemos hecho varios intentos, al señor Presidente parece no interesarle”, dijo recientemente.
Por ejemplo, la disminución del tipo de cambio ha generado pérdidas y mermado competitividad al sector.
“Debemos considerar que en estos dos años hemos visto el poco crecimiento que muestran las empresas del Régimen Definitivo, que soporta el 85 % de la producción nacional (PIB), lo que también ha provocado una caída de cerca del 10 % en la recaudación de renta”, detalla.
Arias alega que la producción agropecuaria tiene entre 50 % y 75 % de valor agregado nacional y que el encadenamiento productivo que genera impacta fuerte y rápidamente en los aspectos, económicos, sociales laborales y ambientales de las zonas rurales del país. Este alto valor agregado y dichos encadenamientos hacen que la producción agropecuaria sea sumamente sensible y vulnerable a la actual revalorización del colón.
Por ello, solicitaron a Chaves interceder para tener una audiencia con el presidente de la Junta Directiva del BCCR, Róger Madrigal, con el fin de sugerir algunas acciones sobre la política cambiaria.
Otro factor que ha contribuido a deprimir al sector ha sido la “Ruta del Arroz”, que consiste, básicamente, en la reducción de aranceles a las importaciones del grano y en un esquema de libre mercado para su comercialización interna.
Desde la implementación de estas medidas, en agosto de 2022, se asestó un duro golpe a los productores nacionales del grano, poniendo en riesgo su desaparición en algunas regiones, cayó la cantidad de hectáreas cultivadas en un 60 %, disminuyó el número de productores en un 47 %, bajó la producción nacional en un 57 % y se han perdido más de 21.000 empleos, según datos de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz).
Puerto Caldera. (CRH).
A ello se suma el colapso de Puerto Caldera, en la costa pacífica, que está provocando un incremento en los costos de los importadores de granos utilizados tanto para la alimentación humana (como el arroz), como para la alimentación animal (maíz).
“Las importaciones masivas de arroz, al zozobrar la producción nacional, han agudizado la crisis por la falta de planificación sobre el puerto de Caldera que su administración heredó de gobiernos anteriores. El 100% del arroz en granza importado ingresa por Caldera, único puerto granelero del país con el que ahora deben competir las importaciones de maíz que son base fundamental de nuestra producción porcícola y avícola”, le señaló Arias a Chaves en una carta que le envió el 18 de diciembre pasado.
Los productores le han solicitado a Chaves y su gobierno canalización de recursos para la atención de la crisis mediante el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), una política de créditos en condiciones más favorables, atención a Puerto Caldera y una mayor flexibilización de la política cambiaria del Banco Central.
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Alexánder Ramírez